Este fin de semana confirmé lo agotador que es vivir con el tiemp contado. Trabajo por las mañanas y por las tardes voy a mis clases hasta las 10 pm, el fin de semana tengo clase de ingles, así que no dispongo de mucho tiempo libre. Entre semana que llego a mi casa tarde, con tareas pendientes, responsabilidades familiares y con la sensación de que el día se me escurrió entre los dedos. La falta de tiempo me genera un estréas constante, a veces me siento abrumada, como si no hubiera manera de poner en orden todo lo que tengo que hacer. El cansancio físico y mental se acumula, y pareciera que no hay espacio suficiente para descansar.
Sin embargo, en medio de esa presión también encuentro satisfacción. Me siento contenta porque estoy haciendo algo que realmente me gusta. Estudiar psicología me motiva y me da fuerzas para seguir adelante, incluso en los días más pesados. Descubro que, aunque el tiempo sea limitado y me abrume la carga, puedo aprovechar cada minuto para aprender, crecer y acercarme a mis metas. Esa mezcla de cansancio y alegría me recuerda que vale la pena el esfuerzo, porque al final estoy invirtiendo en lago que le es satisfactorio en mi vida.
