Dentro de la fe católica hay una parte de su formación que se dedica a exponer la postura de la iglesia sobre los acontecimientos actuales sociales, la doctrina social se define como “enseñanza moral que en materia social, política, económica, familiar, cultural, realiza la Iglesia” (Escobar Delgado, 2012) dicha enseñanza se da por medio de un compendio de documentos que obispos, Papas y otros miembros del clero escriben cuando se presenta algún tema de discusión en el mundo.
Los inicios de la doctrina social van desde la encíclica Rerum Novarum escrita por el Papa Leon XIII en 1891 donde se trata por primera vez un tema social como lo fue (en realidad sigue siendo) la cuestión de la relación obrero y patrón, específicamente en prevenir y exponer los abusos que los patrones tenían sobre los obreros, tales como la falta de lugares dignos para trabajar, las posturas clasistas de los burgueses, y el capitalismo liberal de la época.
En la actualidad se conocen los principios necesarios para que la doctrina social cumpla con su función, los cuales son:
1. La dignidad de la persona humana.
2. El bien común.
3. La subsidiaridad.
4. La solidaridad
Estos principios la iglesia no los toma solo para una sociedad “buena o sana” si no que considera que todo tipo de sociedad debería de contar con ellos. Considerando así, que la base de los demás y de toda la doctrina es el respeto de la dignidad humana ya que es de carácter inamovible sin importar raza, género, edad, condición de vida, etc.
El compendio tiene una variedad de documentos que abordan todo tipo de temas, desde la educación sexual y trata de personas hasta el cuidado de la casa común (el mundo), por lo que para cualquier persona (sobre todo para los morbosos y anticristianos) es fácil enterarse de la postura de la iglesia católica sobre cualquier acontecimiento.
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